Se lo solía ver en la puerta de la escuela Nº1 "Cornelio Saavedra" con una libreta y haciendo que anotaba quienes concurrian a la escuela y quien faltaba a clase, recriminándolo al otro día. Por varias décadas acompañó a los alumnos de los dos turnos.
De barba lampiña, corta estatura, vestía siempre un saco gris,vastante desgastado. Su madre alguna vez contó que quedó con esa forma de ser, porque le había picado una yarará, otros decían que había sido asustado por una vaca arisca.
Luego que falleciera su mamá, recorría las calles del pueblo, almorzando y cenando donde le sirvieran, generosamente, un plato de comida, dormía en cualquier lugar, en alguna tapera, casa abandonada o algun zaguán. Dicen algunos pobladores que "Perucho" prefería quedarse en la escuela Nº 1, que "entra muy tarde en la noche y se retira muy temprano" pero nadie nunca lo vio entrar ni salir.
Una de las costumbres de este personaje era esconderse a la vuelta de una esquina o detrás de algún árbol y salir de improviso con un trozo de goma, para asustar a los transeúnte desprevenidos, si te asustaba, se reía a carcajadas, ese era la gracia de "Perucho".
Vivía en el barrio estación en una casa que le había construido la intendencia, un día descubre que la puerta no cierra bien, se dirigió a la casa del intendente, lo insultó a éste y apedreó su casa, se enojó tanto que nunca más volvió a pisar la "casa del intendente" donde todas las mañanas, la dueña de casa, le servía el desayuno.
"Perucho" tenía alguna dificultad para hablar, entendía perfectamente lo que le decían, pero cuando los jóvenes lo molestaban, se enfurecía y solía ser peligroso.
Un día Feliciano se entera de la triste noticia: a "Perucho" lo encuentraron muerto en su humilde casa.
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